por y para ello. Uno lo tenemos bien cerca y sigue dando clases en cada entrenamiento: Unai Emery.
El guipuzcoano no es nuevo en esto, no suele recibir las medallas y los premios de otros, aunque sus resultados no dejan de reforzarle. Emery ya lleva más de diez años en los banquillos,casi tantos como cumpliendo objetivos, diez años desde que aquel futbolista pasara a técnico en Lorca, un paso ahora muy común pero que por aquel 2004 no lo era para nada.
Entre temporadas y temporadas Emery fue dejando su huella por Lorca, Almería, Valencia y Spartak hasta llegar a Sevilla, una plaza difícil, exigente pero sobre todo ilusionante. Era la oportunidad de demostrar que aún tenía mucho que decir en España, de callar bocas y de culminar su trabajo previo con un título que le pusiera en los libros de historia.
Imagen de Emery dando indicaciones desde la banda de Mestalla. Fuente: unai-emery.com
El 2014 no es un año más para Emery, ha sido su año, la temporada donde ha logrado quitarse las espinitas del pasado, el curso donde ha pasado de un aspirante a un campeón europeo y sobre todo el año donde ha logrado ganarse el cariño de una afición que dudaba de él y que había vitoreado a técnicos del pasado mientras se olvidaba del que tenía en su banquillo. Caparrós, Juande, Jiménez y unos tantos más han sido ya superados por Emery en la mejor primera vuelta de la historia del equipo nervionense. Un hito que ha servido para que Unai alcance su mayor tesoro, el aplauso y cántico de los suyos. Ha costado pero el premio así se saborea mejor. En la vida, a veces el trabajo tiene su recompensa.
Foto de Unai Emery con la Europa League conquistada en Turín. Fuente: goal.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario